domingo, 15 de octubre de 2017

La Colonia de los Carteros

Vista general de la colonia en 1925. Revista El Constructor, 1925, BNE.

Actualización enero 2021: Modificamos la entrada con datos e imágenes correspondientes al informe previo sobre la colonia que elaboraron en 1923 Lucinio Renedo, presidente de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros, y Enrique Martí Perla, arquitecto del proyecto. Dicho informe, que se debía presentar ante la Junta de Casas Baratas y el Instituto de Reformas Sociales, nos lo ha facilitado amablemente la familia del propio Lucinio Renedo.

En mayo de 1922 se creó la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros con el fin de la "construcción de y adjudicación por sorteo, entre sus asociados y por sucesivos grupos de cincuenta de aquellos, de viviendas higiénicas, al amparo y con arreglo a los preceptos de la Ley [...] denominada de Casas Baratas". El primero de esos grupos (y entendemos que el único que se llevó a cabo) fue el que dio lugar a la Colonia de los Carteros. Se le denominó el “Grupo Thebussiano”, en honor al Doctor Thebussem, seudónimo de Mariano Pardo de Figueroa, escritor que fue nombrado cartero honorario por su defensa de la profesión.

Se barajaron distintos emplazamientos para la colonia en lugares tan dispares como Carabanchel, Chamartín de la Rosa, Peña Grande, la Carretera de Extremadura o el barrio de las Delicias. Finalmente se utilizó un terreno próximo a la prolongación de la calle Martínez Izquierdo, ya cerca del Abroñigal y en lo que anteriormente se había llamado "Huerta del Catalán". Dicho terreno era en su mayoría propiedad de Pedro Orcasitas Ruiz, que, según la revista "El constructor" (1925), era "una persona de elevados sentimientos y miras altruistas, [que] ha prestado desinteresado apoyo a esta cooperativa".  La cooperativa y el señor Orcasitas acordaron el precio de venta del terreno en 16,10 pts. el metro cuadrado. 

Plano de situación del terreno destinado a emplazar el "GRUPO THEBUSSIANO" en la llamada "Huerta del Catalán", hoy de Orcasitas. Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

Detalle del plano de situación donde se aprecian las calles colindantes así como las edificaciones previas que había en la parcela, en lo que entonces se llamaba la calle particular de Orcasitas. A pocos metros de la parcela discurre el Canalillo, para el abastecimiento de las aguas. Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

El emplazamiento se consideraba muy adecuado por varias razones. Su orientación al sureste permitía, según el informe, que "las edificaciones tengan sol una gran parte del año; y no hay que decir en este caso en el que cada vivienda ha de tener tres fachadas". El acceso al lugar se consideraba idóneo ya que "dispone de la tranviaria en su línea de las Ventas y también en la de la Guindalera, por la calle de Cartagena" así como "los modernos autobús [sic] desde la calle de Sevilla y desde la Red de San Luis". Además para un futuro no muy lejano se esperaba la llegada del metro a la zona, así como otros transportes que respondieran a la construcción de la Plaza de Toros de las Ventas. Además, la futura colonia veía asegurado sus suministros gracias a la presencia cercana del Canalillo "y también por las conducciones Santillana" (empresa antecesora del Canal de Isabel II). Además, las casas próximas utilizaban "luz eléctrica producida por la Compañía Madrileña de Urbanización".

Tras realizar las explanaciones necesarias, se dividió en cincuenta parcelas. La idea era "edificar aquí casas pareadas, de dos viviendas en grupo, de una sola planta y con medios constructivos y forma lo más económicos posibles, dentro del buen resultado que se pretende". Es curioso el desglose de gastos previstos para cada vivienda, que es el siguiente:


Ese monto total de casi 16 000 pesetas se consideraba adecuado para los ingresos totales de los carteros, que eran de algo más de 3 000 pesetas anuales. Los carteros beneficiados por el sorteo abonarían, además de una cuota mensual fijada, un tanto por ciento del coste total "para la más pronta amortización de la construcción en general". 
 
El proyecto incluía también, según la revista "El constructor",  "un grupo escolar, establecimiento de baños, campo de recreo para ejercicios al aire libre, cooperativa de Consumo, de Crédito y Bolsa de Trabajo". 

Plano de parcelación de la colonia, con las casas nombradas de la A a la Y. Revista El Constructor, 1925, BNE.

Plano de medición y parcelamiento del terreno destinado al "Grupo Thebusiano".  Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

Distribución real de la Colonia de los Carteros. Nomecalles, vista aérea 1961-1967.

Plano de la división material del terreno en cuatro parcelas (A, B, C y D), donde en la A ya han sido construidos "veinte hoteles" (el plano es de febrero de 1925).  Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

Diseño de la casa-tipo de la colonia realizado por el arquitecto Enrique Martí Perla. Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

Las casas se construyeron con fábrica de ladrillo y fachadas encaladas y se remataron con gabletes escalonados al estilo flamenco

Detalle de dos de las casas. Revista El Constructor, 1925, BNE.

Detalle del diseño de la casa-tipo en el que se aprecia la distribución de la planta. Informe de la Cooperativa de Casas Baratas para Carteros cedido por la familia de Lucinio Renedo.

Como puede comprobarse en el plano y detallaba el informe, la distribución se componía de "una pieza de estancia y comedor, cocina, dos alcobas-dormitorios para dos personas cada una, y otro dormitorio unipersonal; complementan tal planta, un portal-pasillo de entrada y un retrete independiente de las habitaciones, pero céntrico y ventilado". Las viviendas dispondrían de "fogón de fábrica, con hornillas apropiadas y carbonera inferior. También de fregadero, con grifo sobre él de agua potable; el retrete será inodoro con golpe de agua, y sifón aislador en su taza-recipiente".

A esa única planta, con el tiempo las familias muchas veces le añadían otra. Como explicaba una vecina a El País “Cuando un hijo se casaba, no se iban de casa, le levantaba un piso y se quedaban ahí.[...] Si se casaba el segundo hijo, la parte de arriba de partía y se hacía un segundo piso”: 

Además de una calle dedicada al Doctor Thebussem y otra a Orcasitas, el dueño de los terrenos, la cooperativa propuso nombres como “Máxima Bondad” o “Máxima Belleza”, que finalmente perdieron el adjetivo para adoptar los nombres que tienen hoy en día.

Fragmento del plano parcelario de 1929 donde aparece la colonia, aunque sólo se mencionan las calles de Orcasitas y del Doctor Thebusen. En la parte inferior aparece como referencia la calle (todavía en previsión en ese tramo) Martínez Izquierdo.

Incluimos a continuación otras imágenes de la colonia.

Detalle de una foto de la revista Blanco y Negro de 1934 en la que se aprecia la colonia detrás de la plaza, mientras el resto del terreno permanece sin urbanizar.

Foto coloreada para una campaña de promoción de las obras de la M-30 en la que aparece la plaza de toros y sus barrios aledaños hacia los años treinta o cuarenta, En la parte superior se distingue la Colonia de los Carteros.

La colonia, en la parte central derecha, en una foto de 1950 perteneciente al Fondo Fotográfico de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Las viviendas de la parte inferior corresponden al barrio San Pascual y bajo la Plaza de Toros se distinguen las viviendas prefabricadas llamadas popularmente "casitas de papel".

La Colonia en los años 50. Detalle de una foto del Archivo 'TAF Helicópters' para el Instituto Nacional de la Vivienda.

Ana María Pérez y sus hijos en la puerta de su casa en la calle Bondad. Foto cedida por José Luis Sánchez Horcajo para el libro "La Guindalera y Parque de las Avenidas".

José Luis Sánchez Pérez en una representación teatral que tenía lugar en el colegio situado en la calle Bondad, 4. Foto cedida por José Luis Sánchez Horcajo para el libro "La Guindalera y Parque de las Avenidas".

Ana María Pérez y su hijo subidos en un 600 en la calle Bondad. Foto cedida por José Luis Sánchez Horcajo para el libro "La Guindalera y Parque de las Avenidas".

Fotografía de Yubero (procedente del ARCM) en la que pueden verse algunas casas de la colonia en la calle Martínez Izquierdo, que por entonces tenía sentido de subida.

La colonia (en el centro) cuando aún no se había construido la M-30. Foto cedida por Guindostán.

La Colonia de los Carteros durante las obras de reconstrucción del Puente Calero. Detalle de una foto de 1975 cedida por José Miguel Alonso Pérez al fondo Madrileños.

La calle Bondad en un día de nevada. Foto cedida por Francisco Sánchez.

La calle Lozoyuela en la actualidad. Fotografía de Juan Luis Roldán.

La calle de la Belleza. Fotografía actual de Juan Luis Roldán.

La calle Orcasitas (que debe su nombre a la persona que en su día cedió los terrenos para la colonia) en su esquina con Martínez Izquierdo. Fotografía de Juan Luis Roldán.

La colonia mantiene la estructura de sus calles y las casas, a pesar de numerosas reformas, parte de su fisonomía, siendo un tranquilo y curioso enclave en mitad de barrios más modernos.